El fraude alimentario es una amenaza creciente con graves consecuencias para la salud pública, la economía y la reputación de la industria. Al comprometer la autenticidad y calidad de los productos, busca generar beneficios económicos ilícitos, pero también puede derivar en pérdidas millonarias debido a sanciones, retiros de productos y daño a la confianza del consumidor. Este problema requiere estrategias efectivas de prevención y mitigación para proteger la integridad del mercado alimentario. En este blog, exploraremos los distintos tipos de fraude, sus implicaciones y estrategias efectivas para prevenirlo.
¿Qué es el Fraude Alimentario?
Según la Global Food Safety Initiative (GFSI), “el fraude alimentario es cualquier acto intencional de sustitución, adición, manipulación o tergiversación de alimentos, ingredientes o envases, así como la emisión de declaraciones falsas o engañosas sobre un producto, con el fin de obtener un beneficio económico.” A diferencia de los errores involuntarios en el cumplimiento normativo, esta práctica se lleva a cabo con la intención deliberada de engañar a consumidores y actores de la cadena de suministro.
Tipos Comunes de Fraude
Legislación y Normas Regulatorias
Las normas de seguridad alimentaria como BRCGS, IFS y FSSC 22000 incluyen requisitos específicos para la prevención del fraude alimentario. Estas normas exigen que las empresas:
La FDA también regula el fraude alimentario mediante la Ley FSMA, exigiendo a las empresas a adoptar controles preventivos proactivos que incluyen trazabilidad avanzada. Aunque su principal enfoque es la inocuidad, también aborda el fraude indirectamente mediante inspecciones obligatorias.
Estrategias de Prevención y Mitigación
- Identificar y analizar los riesgos potenciales en cada etapa de la cadena de suministro para implementar medidas preventivas adecuadas.
- Implementar tecnologías avanzadas, como blockchain, para rastrear el origen y el recorrido de los productos alimentarios, asegurando la transparencia y autenticidad en la cadena de suministro.
- Utilizar técnicas analíticas modernas para detectar adulteraciones y verificar la autenticidad de los productos. Métodos como la espectroscopía y la cromatografía son esenciales para este propósito.
- Realizar auditorías exhaustivas y exigir certificaciones para validar el cumplimiento de estándares de calidad e inocuidad alimentaria por parte de los proveedores.
- Desarrollar programas de formación para sensibilizar al personal sobre las prácticas de fraude alimentario, fomentando una cultura organizacional orientada a la prevención y detección temprana de irregularidades.
Estas estrategias, respaldadas por investigaciones y prácticas actuales, son fundamentales para fortalecer la integridad y seguridad en la industria alimentaria.
Sobre el Autor:
Melissa Murillo, Ingeniera de Proyectos, Kemical
Referencias
- GFSI (2014). Posición de GFSI para mitigar el riesgo de salud pública de fraude alimentario. Recuperado de https://mygfsi.com/wp-content/uploads/2019/09/Food-Fraud-GFSI-Technical-Document-SP.pdf
- FSSC 22000. (2023). Guidance Document: Food Fraud Mitigation. FSSC 22000.
- Spink, J., & Moyer, D. C. (2011). Defining the public health threat of food fraud. Journal of Food Science, 76(9), R157-R163
- (2023). FSMA Final Rule on Preventive Controls for Human Food. U.S. Food and Drug Administration.