El entorno laboral influye considerablemente en el apoyo y fomento de las buenas prácticas de higiene. Como se indicó en el blog “Higiene Alimentaria y sus Trabajadores”, existen vínculos entre el entorno de trabajo físico, las creencias y motivaciones de cada colaborador de la industria alimentaria.
Para garantizar la inocuidad en una organización procesadora de alimentos, es necesario que exista un sistema de gestión eficaz y adecuado. Sin embargo, se argumenta que muchas de las prácticas de higiene indeseables en el lugar de trabajo a menudo están profundamente arraigadas en la cultura de la organización y no se pueden revertir fácilmente, por lo que se debe trabajar arduamente para identificar la causa raíz y establecer un compromiso y un rol positivo desde la gerencia para construir e incorporar una cultura positiva de inocuidad en la organización. La forma en que la higiene alimentaria se construye socialmente entre los compañeros dentro del entorno laboral puede influir fuertemente en el valor que le asigna el individuo.
Una recomendación ampliamente reconocida para los manipuladores de alimentos es que se mantengan alejados de su lugar de trabajo cuando presenten síntomas de enfermedad, especialmente vómitos y diarrea. Sin embargo, se sabe que no todos los colaboradores se adhieren a esta recomendación y continúan trabajando a pesar de presentar tales síntomas. Este comportamiento se ha atribuido principalmente a los siguientes factores:
Investigadores del tema sostienen que el principal rival de una cultura de inocuidad alimentaria positiva es la priorización del ahorro de costos y la ganancia de dinero en una organización. La ironía de esto son las pérdidas económicas potencialmente drásticas que podrían resultar para una organización de este tipo, por un incidente derivado de una cultura de inocuidad alimentaria negativa.
A continuación, se mencionan algunas acciones concretas para promover una mentalidad positiva hacia la higiene alimentaria y ayudar a la transferencia de conocimientos y comportamientos desde la capacitación al lugar de trabajo:
La capacitación en higiene alimentaria no debe ser una actividad aislada; para obtener efectos positivos, es necesario un compromiso con dicha formación:
“Las actitudes, los estándares y la moral imperantes dentro de una empresa forman parte de la cultura organizacional, que influye sobre la motivación de los empleados para trasladar la formación al ámbito laboral”.
En Kemical, nuestro propósito es proteger la salud, higiene y bienestar de las personas; si desea recibir más asesoría con sus procesos de inocuidad, contáctenos: (506) 4104-0400. Solicitar diagnóstico gratuito.
Sobre el Autor:
César Fallas, Coordinador de Proyectos, Kemical
Melissa Murillo, Ingeniera de Proyectos, Kemical
REFERENCIAS
- Regan, A.; McConnon, A.; Holah, J. (2016). Food Hygiene and Food Workers: From Complacency to Compliance. In H. Lelieveld, J. Holah, & D. Gabrić (Eds.), Handbook of Hygiene Control in the Food Industry (2° ed., pp. 197–202). Woodhead Publishing. http://dx.doi.org/10.1016/B978-0-08-100155-4.00014-5.